Si lo piensas, en la vida, aprender a caminar es un proceso de descubrimiento, de alegría, de superación. No existe la prisa, porque cada paso es una experiencia y un aprendizaje. Y de repente, no sabes cómo, la velocidad te atrapa, dejas de mirar a tu alrededor y disfrutarlo. Caminar, entonces, se convierte en un trayecto de un punto a otro, un expreso a ninguna parte. Sin embargo, en cada paso tenemos el poder de cambiar nuestro mundo, decidir qué clase de huella dejamos. Urbànima nace para recuperar la magia de los pasos conscientes, el latido amable de la ciudad, y la conexión con todo lo que nos rodea.